miércoles, 30 de septiembre de 2009

Tristán e Isolda




-“Sabes que te quiero, Tristán. Vayas donde vayas, veas lo que veas siempre estaré contigo.
-Tenías razón, no sé si la vida es más grande que la muerte, pero el amor es mejor que ambas.

-En tus ojos mi rostro, en los míos el tuyo. En los rostros descansan los corazones fieles, dónde podríamos encontrar dos mejores hemisferios sin un norte definido, sin un occidente declinante. Aquello que muere no estaba mezclado con igualdad, si nuestros corazones son uno o nuestro amor semejante…ninguno desfallecerá, ninguno morirá”.

domingo, 27 de septiembre de 2009

...El miedo...




"El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una, pero aunque se parezcan, los miedos son tan personales y tan diferentes como puedan serlo todas las familias del mundo.


Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades: miedos a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia: el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca...


Y hoy he escuchado a un tal Punset en la tele, un señor encantador que decía que "la felicidad es la ausencia del miedo"...y entonces, me he dado cuenta de que, ultimamente yo ya no tengo miedo...*"



"Miranda al natural", Los Hombres de Paco.







viernes, 11 de septiembre de 2009

"Sabores"




"La besa, y se dejan ir, y apagan las luces y se derrite un poco el helado. Y un poco también ellos...Y poco a poco los invade un sabor. Y juegan, y bromean, y colorean las sábanas de gusto y de deseo y de juegos alegres y ligeros y atrevidos y extremos...


Y la nata desciende lentamente por sus hombros, y chocolate y vainilla y más y más abajo, con dulzura, lentamente por ese suave surco. Y la lengua de Niki y su risa y sus dientes y un beso...Y todo ese helado que no se malgasta...más.Y más. Y frío y calor y perderse así entre todos esos sabores. Y de repente...puff, cualquier problema, dulcemente olvidado..."
Federico Moccia: "Perdona si te llamo amor"

jueves, 10 de septiembre de 2009

30-9-08

Y es hoy, observando tus manos,
aquellas que el primer día de tu existencia me mostraron toda la delicadeza
y fragilidad de tu ser,
aquellas que hoy ya ocupan las tres cuartas partes de la mía;
Cuando he comprendido la frase de una canción, una frase que quizás fue robada a algún poeta, poeta dueño de tanta hiriente verdad:
"Que caro es el tiempo".
Hiriente porque me evoca miedo, ese miedo que te agarra el corazón, lo compunje y aflora por los ojos, esos ojos tan expresivos que hasta son capaces de hablar...
Miedo,
miedo a que el tiempo se lleve a otro rincón algo que es difícil de explicar con palabras y que quizás ese mismo tiempo no me deje que lo sientas como debes. Porque sí, sé que hoy lo sientes,
pero lo sientes desde un mundo en el que tu mayor pena es quedarte sin esa muñeca morena que adoras y que tu mayor miedo es el ruido del aire golpeando la ventana en la oscuridad,
un mundo lleno de ilusión, un mundo lleno de inocencia y vacío de maldad, un mundo, que con toda la lástima de mi corazón, olvidarás cuando cruces la linea de la edad.
Por todo esto, he decidido escribirte, porque si el tiempo no me lo permite, quiero que seas capaz de sentir con cada palabra que sale de estas manos,
todos los sentimientos que nuestra genial relación
ha ido creando, crea y seguirá creando hasta el día en que yo ya no esté aquí.
Porque nunca antes había prometido nada con tanta seguridad,
lucharé hasta el final por hacerte feliz...
Lo juré aquél 3 de octubre del 2001, era miércoles, 19:20 de la tarde y por fin, tenía algo por lo que sonreir.
¡¡Gracias, bella,
GRACIAS!!




miércoles, 9 de septiembre de 2009

En cualquier lugar...





Nos volveremos a ver,

compartiremos sonrisas,



cruzaremos miradas.



En cualquier lugar...



tomaremos un helado,


me mancharé de ti



y no dejarás nunca de sonreir.





En cualquier lugar, en cualquier momento...




pensaré en ti.





Prometido